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DE

DERECHO CIVIL

DE

ESPAÑA E INDIAS,

CON UN DISCURSO SOBRE LA NECESIDAD E IMPORTAN-
CIA DE LA OBSERVANCIA DE LAS LEYES.

ILUSTRADAS

Con notas del Derecho romano, y doctrinas conducentes
del Canónico; y ún apéndice bastante estenso sobre Juicios,
con un curioso formulario de procesos militares
extractos del Colom.

POR

El Dr. Doroteo José de Arriola,

CIUDADANO CENTRO-AMERICANO. Guatemaltece.

Rafael Pineda Mont, b.

TOMO I.

GUATEMALA.

IMPRENTA DE "EL PROGRESO", CALLE DE GUADALUPE NUM. 14.

1876.

Esta obra solo se vende en la tienda de

Dn. Pedro Guirola, antigua casa de Yela.

Advertencia.

Las iniciales A A., que se encontrarán en algunos parágrafos de esta obra, quieren decir Autores: Arg., argumento; con lo que se indica que la ley á que se antepone esta voz, no prueba sino por induccion, 6 arguyendo, la verdad que se trata de demostrar: C. capítulo, cánon ó código: c. ó caus., causa: D., Digesto: Dist., Distincion: DD., Doctores: e. t. ó e. lib., este título, ó este libro: ff. ff., Pandecta ó Digesto. Este signo, como el mas parecido á la P (II) griega, inicial de la voz Pandectas (HANAEKTHN), fué adoptado por los impresores & copistas latinos: F. R., fundacion de Roma: glos., glosa ó explicacion del texto legal; GLOSA es nombre griego que significa LENGUA: Inst., instituta ó instituciones: Lug. cit., lugar citado: pr. ó in pr., principio, esto es, ántes del primer párrafo de una ley: q. ó quæst., cuestion: rub., rúbrica-En Roma se acostumbraba escribir los titulos, articulos de las leyes, y los titulos y principios de los libros, con letra roja, cuyo color se explica con la voz latina RURRUM; de aquí la palabra rúbrica ó letra encarnada aplicada en sentidò translaticio á las leyes; y asi se decia rúbrica vetavit, para denotar que algun acto estaba prohibido por la ley: V., veáse v., ó vers., versículo; nombre que se dá á las partes mas pequeñas del texto cuando se citan: Xó extra, con lo que se significa que el texto citado está fuera del Decreto de Graciano.-Las demas abreviaturas son bastante conocidas ó inteligibles.

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Rafael Pineda Pont, h.

Prólogo.

Injustitia seditiones, inimicitias
Contentionesque parit: justitia, veró
Concordiam et amicitian....

PLATON. Lib. 1 DE REPUB.

"Aquel método demasiadamente rápido y superficial, que á veces lisongea porque dá lucimiento á los discípulos; lejos de adelantarlos, los atraza infinitamente y aun les impide sus progresos. Los principios de las ciencias, como los cimientos de un edificio, deben ser sólidos para que no se arruine lo que en ellos se fabrica. Mas vale que sepan poco, como lo sepan con fundamento; y siempre irán con bastante priesa si aprenden bien." Así se espresa, y con sobrada razon, el célebre Rollin en su Método de estudios. Sat cito si sat bene: nunquam sero modo fiat; tal es la regla favorita de uno de mis mas distinguidos maestros, cuya memoria será siempre para sus discípulos, y con especialidad para mí, por el honor que me hace su amistad y deferencia, muy dulce y sobremanera grata. Nada es pues, tan justo y natural como adoptar aquellas máximas y principios que mas cuadran con las ideas propias, y que por otra parte arguyen con una elocuencia tan seductora, y de una manera tan convincente que no es fácil resistir ni contrariar su mágico poder. Así es que, guiado yo, no tan solamente por el convencimiento íntimo de esta verdad, sino aun mas por el conocimiento de la necesidad que se hace sentir entre la juventud centro-americana que sigue la carrera del foro, de unas Instituciones de Derecho Civil, que reuniendo todas las ventajas de las del Dr. D. José Maria Alvarez, cuyo mérito ha sido generalmente reconocido, escuse á los

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cursantes los gastos y trabajo consiguientes para consultar otros autores sobre aquellas materias importantes que no tocó aquel sábio jurisconsulto, ó que si lo hizo fué de una manera tan superficial que no basta ahora á satisfacer la curiosidad de los alumnos estudiosos, me determiné, hace algunos años, no sin la mayor desconfianza por la gravedad de la empresa, y por la conviccion de mis cortas capacidades y pobreza de mis luces, á acometer una tarea en que no he ahorrado erogaciones ni fatiga alguna para completar, en cuanto lo permite una obra de esta naturaleza, las presentes INSTITUCIONES DE DERECHO CIVIL DE ESPAÑA E INDIAS; en cuya formacion he tenido á la vista todas las demas de su clase que han salido á luz pública y merecido una justa aprobacion, como tambien otras obras de abundante erudición y sana doctrina. Ha sido tal el objeto que me ha dirijido en ésta, que puedo asegurar con satisfaccion, pues á nadie cedo en patriotismo, que ella puede calmar aquella necesidad, al mismo tiempo que hará innecesaria la posesion de otras elementales, que propendiendo por su escasa ó árida doctrina á propagar, como es natural, la confusion y el hastío, amortiguan en el estudiante aquella admirable y sublime tendencia á instruirse y perfeccionarse que caracteriza á la especie humana, y que no siempre puede obsequiarse, sino mediante el uso de ciertas obras que al paso que excluyan la necesidad indicada en lo posible, faciliten la adquisicion de aquellos conocimientos sólidos, oportunos y convenientes sin los cuales nada puede lograrse felizmente. La regla de moderacion consignada en el Ned quid nimis de Fedro, ha sido el norte de mis trabajos, bien persuadido de que todos los extremos son peligrosos; pero si se juzga que he excedido los límites de unas INSTITUCIONES, este será el menor de los defectos que pueda tener la obra, aunque él no será realmente el que ocasione el retroceso de los jóvenes que la manejen, ni de los estudiosos que la consulten; mi máxima ha sido la misma de Mr. Gerando, á saber: Que es mas útil ayudar al discípulo á estudiar bien, que darle estudios acabados.

Repetir que la perfeccion no es una cualidad de las obras del hombre, es reproducir una de tantas vulgaridades que no merece ya la pena de recordarse: confiar en las propias luces, no seria menor insensatez, mucho mas cuando la legislacion en su estado presente ha llegado á ser una teología con sus creencias y dogma peculiar. Pero siendo muy natural, aunque á la verdad no comun, la gratitud y el deseo vehemente y sincero de cooperar á la grande obra de la felicidad y prosperidad patria, que no puede obtenerse sino por medio de la educacion de la juventud, inculcándole con pureza el conocimiento de sus verdaderos intereses, nada he temido, ninguna dificultad me ha arredrado, y firme en mi propósito, al fin ha llegado el dia de ver realizados mis deseos, los que justificarán, al menos, que no he sido el último en poner una piedra en el edificio social. Nada hay en esto de vana ostentacion: no me ofusca el amor propio; pero acaso sí el de mi patria. Si aun hay, por dicha de la humanidad, personas insignes, varones sabios que se sientan arrebatados por las mismas ideas que me animan, á ellos apelo para que me asistan con sus prudentes consejos, con su ciencia y coope

racion; que no olviden jamás, que saber y no enseñar: enseñar y no obrar, é ignorar y no preguntar, son, segun Beda, tres cosas imperdonables y justamente reprobadas; que su indulgencia ó disimulo en órden á las pocas ó muchas faltas, omisiones graves, ó errores de consecuencia que mi corta vista no haya podido descubrir, no solo seria muy perjudicial á la juventud consagrada á la carrera del foro, sino que por otra parte quedarian burladas mis sanas intenciones, y destruidas las mas patrióticas y halagüeñas esperanzas.

Raras veces el éxito corresponde á los esfuerzos, siempre superiores, de una inteligencia limitada é inexperta. Triste cosa es por cierto aquello de Non omnia possumus omnes; pero convencido de que jamás se han censurado con justicia los buenos sentimientos, ni los conatos filantrópicos de tendencia benéfica y laudable, me daré por muy complacido si ellos son un eficaz estímulo para que me secunden los hombres hábiles en una materia que sin duda es de mucha monta, y de ingentes consecuencias. Como pertenezco al círculo de aquellos hombres que no han podido desconocer la importancia, ó mejor dicho, la necesidad del estudio del Derecho Romano, que es la primera fuente del Derecho Español, he adoptado en estas Instituciones las doctrinas de aquel Derecho, sacadas de los Elementos de Heineccio traducidos y anotados por Don J. A. Saco, poniéndolas por via de notas, que van marcadas con un asterisco, al fin de cada título; consultando con este método á la utilidad de un estudio comparativo, que hará conocer evidentemente las correspondencias de uno y otro derecho y marcará las diferencias que los distinguen; pues lo que del Derecho romano no se explique en las notas, es porque lo está en el texto que comprende las doctrinas importantes del Dr. Alvarez, cuyo método didáctico, y conforme con el de dichos Elementos, salvo algunas excepciones, sin duda es el mas adecuado para facilitar á los principiantes el estudio de la Jurisprudencia. Leibnitz, tan gran matemático como filósofo declara, que nada conoce que se acerque mas como el Derecho Romano, á la exactitud y precision de la geometria.. El respetable Lord Holt dice: "Como las leyes de todas las naciones, se han sacado incontestablemente de las ruinas del Derecho civil, como todos los gobiernos han salido de las ruinas del imperio romano, se ha de confesar que los principios de nuestro Derecho se han tomado en el Derecho civil, y por consiguiente se han fundado muchas veces en los mismos motivos." "Leyes tan estendidas como durables (se puede decir con el Canciller d' Aguesseau) todas las naciones las consultan aun en la época presente, y cada una recibe de ellas respuestas de una eterna verdad. Poco es para los jurisconsultos romanos haber interpretado la ley de las XII. Tablas, y el edicto del Pretor; ellos son además seguros interpretes de nuestras mismas leyes; ellos prestan, por decirlo así, su espíritu á nuestros usos, su razon á nuestras costumbres; y por los principios que nos dan, nos sirven de guias aun cuando marchamos por un camino que les fué desconocido." Si las Leyes romanas, ha dicho Bossuet, han parecido tan santas (así las llama San Agustin y Santo Tomas), que su magestad subsiste aun despues de la ruina. del imperio, es porque el buen sentido principal maestro de la vida.

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