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cuyo caso el artículo no determina, puesto que era preciso conocer la determinacion. Para de- | terminar la palabra carro hay que acudir a otras voces, tales como el carro que compraste; el carro que acaba de llegar; luego si a pesar de llevar el artículo, puede determinarse la significacion de la palabra con el auxilio de otras, no es el artículo el que absolutamente determina, y por eso mismo no todas las lenguas lo han tenido, porque no es absolutamente necesario.

tiguos médicos atribuian el retardo de la cicatrizacion à la presencia de materias impuras en las llagas, y por eso tenian á su disposicion un gran número de detersivos. Pero hoy dia se profesan otras ideas acerca de las causas de una supuracion de mala naturaleza; y asi es que se acude á los emolientes y á los suavizantes para encontrar los mas eficaces medios de deterger las llagas. Todos los detersivos de las antiguas farmacopeas, como el bálsamo verde de Meiz. el ungüento egiptiæ, el colirio de l'Enfrana, etc., son compuestos de sustancias irritantes y capaces de producir graves accidentes, si se les deja por mucho tiempo en contacto con las carnes; pero con todo, se les usa á veces con fruto cuando una úlcera se ha

caso vale mas recurrir á los polvos de quina, al vino aromático, ó bien contentarse con mover ligeramente por la superficie de la úlcera la piedra infernal ó nitrato de plata fundido, el cual posee en alto grado la propiedad de revivificar los tejidos.

El artículo no hace otro oficio que indicar la determinacion; no determina por si; pero indica que la palabra con que va unido está determinada. Asi, pues, cuando decimos dame papel, no usamos el artículo porque no está determinado el sustantivo papel; pedimos pa-la en un estado de completa atonia; en cuyo pel sin decir cual ha de ser; pero diremos dame el papel que te traje, porque ahora ya sabemos de qué papel se trata. Si decimos absolutamente los hombres, la espresion se en tiende de todos los individuos que componen la humanidad, y se entiende asi por convencion tácita, no porque haga significar eso el artículo, no porque éste determine la significacion de hombres en ese sentido; la palabra hombres está ya determinada por convencion y el articulo indica que está determinada y nada mas. Véase sino como dicho articulo se pone delante de la misma palabra con una determinacion distinta: los hombres que ayer vimos; en este caso la voz hombres se halla tambien determinada; pero ya no son todos los hombres, sino una porcion de ellos. ¿lla consistido en el artículo esta diferencia de determinacion? No, porque hemos usa-sacada de una batería eléctrica va acompañada do el mismo en ambos casos; tanto en el uno como en el otro indica que la voz siguiente está determinada, mas para conocer esa determinacion tenemos que desentendernos del artículo; en el primer ejemplo sabemos que se trata de todos los hombres, porque nada hay que restrinja la significacion de la palabra; en el segundo sabemos que se trata de algunos hombres, porque asi nos lo dan á entender las voces siguientes: que ayer vimos.

DETONACION. (Fisica.) Conmocion súbita y violenta, que imita el ruido del trueno y va ordinariamente acompañada de luz y de una temperatura muy elevada, siendo capaz de producir los efectos de una fuerte percusion. Es causada por el desprendimiento instantáneo de un fluido elástico retenido precedentemente en un estado de condensacion que una accion química ó mecánica hace cesar, ó cuyos elementos se combinan con una celeridad que escede á toda medida. Asi es como la chispa

de una detonacion; este fenómeno es el del trueno trasladado á un gabinete de física. Las diferentes especies de pólvoras fulminantes detonan tambien con una violencia estremada. La composicion del agua puede asimismo presentar semejante fenómeno, cuando una mezcla de gas oxígeno y de hidrógeno, en la proporcion de los elementos de aquel líquido, se eleva hasta la ignicion en una pequeña parte de su volúmen, lo cual es suficiente para enLo que mas da lugar á controversias, es la cender el resto en el mismo instante. La pólvopalabra un y sus diferentes formas una, una, ra no detona; su inflamacion no es instantáunas, que ciertos gramáticos llaman articulos; nea pues se pueden percibir sus progresos pero si alguna duda quedase acerca de su in- y medir su velocidad; no se asemeja, pues, al dole, pronto se desvanecerá considerando que rayo cuya rapidez no puede compararse mas mal podrán esas palabras ser articulos cuando que con la luz. Los efectos mismos de moviellas mismas son susceptibles de ir precedimiento producidos por las materias detonantes, das del articulo, como el uno, los unos, en cuyo caso constituyen unos verdaderos pronombres, circunstancia que les es comun con casi todos los determinativos, que como ya hemos dicho mas arriba, se convierten en pronombres cuando en lugar de modificar un sustantivo, van separados de él para representarlo.

escederian en igualdad de masa, á los de la mejor pólvora; por ejemplo, solo bastaria una libra de mezcla de gas oxígeno é hidrógeno para lanzar una bala de á veinte y cuatro con la velocidad que le da al salir del cañon una carga de pólvora de muchas libras; aunque la materia del rayo es imponderable, bien conociDETERSIVO Palabra formada del verbo lado es su poder destructivo. En cuanto al ruido tino detergere, limpiar. Este epiteto se aplica á de las detonaciones comparado con el de los los remedios que tienen por objeto apresurar cañones, muchas causas concurren á hacerlo la cicatrización de las llagas ó de las úlceras menos fuerte y à que no se oiga mas que à una cuyo aspecto no es muy satisfactorio. Los an-, distancia menor.

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T. XIII. 51

DETRACCION. Conversacion mordaz deni-los detractores, cuando no añaden á sus atagrativa con que se quita ó disminuye la fama ques atroces calumnias son menos de temer de alguno. Puede considerarse esta palabra co- de lo que generalmente se piensa; producen mo sinónima de murmuracion ó maledicencia, discusiones que forman dos bandos, y en su aunque estas no espresan la idea agravante que consecuencia los adversarios de los detractoaquella encierra. La detraccion supone senti-res se apasionan á su vez, y ponen de manimientos innobles; y entre las gentes sensatas causa mas daño a sus autores que á las personas que son el blanco de su animadversion. (Véase el artículo DETRACTORES.)

fiesto cualidades y circunstancias que hasta entonces habian permanecido quizás ignoradas, consiguiendo despertar la atencion en el instante en que principiaba á mediar la indiDetraccion es tambien la accion de apartar ferencia. Sin embargo, las calumnias que ó desviar una cosa de otra, y en este sentido se ciertos detractores prodigan con una deplorable llamaba antiguamente en algunos paises dere- abundancia, suelen dejar á veces huellas incho de detraccion à la parte que el rey retenia delebles, sobre todo en los pueblos pequeños, de la herencia de un estrangero muerto en sus y cuando se trata de las costumbres. dominios. Variaba el tanto segun los tratados Verdad es que en los gobiernos representaconcluidos entre las potencias, pero general-tivos en que la publicidad es tan rápida, y en mente era el 5 por 100. Este derecho ha si- que tan frecuentemente se repiten las falsas do abolido casi en todas partes, si es que sub-acusaciones, el crédito de los detractores se siste en alguna, lo mismo que el derecho que disminuye muy pronto, de suerte que lo que ejercia el Estado de apropiarse la herencia de ganan en estension lo pierden en verdadero polos estrangeros que fallecian en el territorio der, y á no mediar circunstancias estraordidel mismo, y otras gabelas, con que no pare-narias, ejercen una influencia muy secundaria ce sino que se queria impedir la residencia de los estraños, echando mano de medios indirectos ya que no se considerase propio hacerlo directamente.

en las grandes capitales, pero en cambio llevan la turbacion al seno de las pequeñas po◄ blaciones, donde tan general es la ociosidad, y tan numerosas las rivalidades, que no pueden menos de estar hablando siempre mal la mayor parte los unos de los otros.

DETRACTORES. Nada hay que satisfaga mas al hombre que la fortuna propia, asi como nada que mas le despeche que la que á otros alcanza. De esta última disposicion natural ha cido la innumerable raza de los detractores, á los que se encuentra bajo todas las latitudes y bajo todas formas. Concibese que en las letras, las artes y las ciencias, haya entre rivales una | continua necesidad de despreciarse, puesto que dañando á otro puede uno esperar hacerse bien á sí mismo. Son tambien naturales los celos en el comercio por motivos que el interés esplica. Pero el aliciente que impulsa y Por desapercibida que pase vuestra situaescita á los detractores es mas vago é incom-cion, por limitados que vuestros talentos sean, prensible: ellos denigran y calumnian, no para colocarse en el lugar que pertenece al mérito, no para obtener en las negociaciones tal ó cual ventaja metálica, sino porque sufren en ver que cualquiera alcance gloria y fortuna. El rústico que pronunció el castigo del ostracismo contra Arístides por enojo de haberte oido llamar el Justo, es el tipo del detractor en su sencillez primitiva.

Tienen los detractores la ventaja de que no na-necesitan poseer talento alguno, siéndoles menester tan solo un gran fondo de odio y mala voluntad: con esto están seguros de que se les escuchará constantemente, mas la verdadera dificultad estriba en buscar siempre el ridículo y saberlo hacer grato para que se torne en popular: aqui es donde casi todos los detractores tropiezan, por eso prefieren escudarse mas bien con la cantidad que con la calidad.

tendreis en todo tiempo detractores: su papel consistirá en buscar el modo de dañaros ó rebajaros, el vuestro será obrar conforme à vuestros deberes y derechos; por lo demas vivid sin cuidaros de lo que de vosotros quieran decir injustamente.

DETRIMENTO. Pérdida, menoscabo ó disminucion que esperimenta el Estado ó un particular en los recursos que poseen. La concienNo se debe considerar este carácter como cia nos manda que no causemos jamás, á lo un producto esclusivo de la civilizacion, pues menos por efecto de nuestra voluntad, el mas data de mucho antes. Si no existiese mas que ligero detrimento á nadie. La prudencia nos una sola familia en el mundo, habria ya de- aconseja por otro lado, que no causemos nintractores á la segunda generacion. Y si se pre-gun detrimento á nuestra fortuna, porque debe guntase por qué no los habia de haber en la pasar despues de nosotros á nuestros hijos ó primera, se pudiera contestar que los detrac-parientes; debemos esceptuar esas grandes tores necesitan tener á su alrededor un públi- ocasiones en que se trata de salvar á nuestra co, pues en efecto, es muy limitado el placer patria ó á los que amamos; esta es una ruina que esperimenta quien se halla dominado de gloriosa á que no debemos negarnos, porque un sentimiento tan innoble, cuando solo pue-la estimación pública vale mas que el dinero de rebajar delante de dos ó tres personas el mérito, los talentos, las virtudes, y hasta la prosperidad misma de alguno. Por lo demas,

guardado.

Por un contraste doloroso se ha visto á hombres, que temiendo causar á otros el mas

Paros, á donde arribó fué á la Licoria, cerca del Parnaso, lo cual aconteció al noveno año del reinado del egipcio Cecrope que ocupaba á la sazon el trono de Atenas; 1400 años antes de Jesucristo. Poco tiempo despues de la llegada del hijo de Prometeo á aquellas regiones, fué cuando se verificó el cataclismo, ó mas bien, inundacion parcial de la Grecia, tan célebre con el nombre de diluvio de Deucalion. Como 600 años antes, en el reinado de Ogiges óel Antiguo, primer rey conocido de la Grecia, habia ya Ilevado un cataclismo la desolacion á otra parte de aquel pais que en aquellos tiempos remotos estaba tan espuesto a las revoluciones de la

ligero detrimento, prefieren despojarse á sí tan casta como piadosa del imprudente Epimemismos; en la duda pagarán dos veces por una, teo, hermano de Prometeo. Dirigióse hácia el pero obtienen un empleo público, y por con- Occidente, y arribó á la Tesalia, en las cercasecuencia llegan á sér depositarios de los tenías de Phthia; pero segun dice la crónica de soros del Estado, y entonces se precipitan sin vacilar en espantosas concusiones, se hacen embusteros, falsarios, y trafican hasta con la benevolencia que antes les era natural. ¿Cómo esplicaremos semejante contradiccion? Diciendo que los recursos del Estado son tan prodigiosos, que esos mismos hombres creen ha cerle un daño casi imperceptible, al paso que el detrimento hecho à un particular como obra sobre una cantidad generalmente mediana, causa un daño verdadero. Sin embargo, si todos los servidores del Estado hicieran el mismo raciocinio, seria preciso multiplicar los impuestos hasta hacerlos insoportables, y la independencia nacional se veria comprometi-naturaleza. Para satisfacer á la necesidad y á da. En materia de detrimento, la falta, y aun ciertas circunstancias podremos añadir, el crimen, ha de calcularse y medirse por la estension de la pérdida que ocasiona; tal es el precepto moral que no se inculcará demasiado á la memoria pública en unos tiempos como los que atravesamos. En último analisis, todo lo que se puede decir sobre el detrimento se re-tes ó un poco despues el acontecimiento del fiere á este adagio de justicia eterna: no hagas á nadie lo que no quieras para ti. Y sin embargo, este adagio tiene algo de negativo, se limita á prescribir la abstinencia del mal, y seria muy conveniente que pudiera prescribir el bieu, única condicion con que pueden subsistir las sociedades.

DETRITO. (Geologia.) Esta palabra procedente de la latina detritus, se emplea para denotar resto, resíduo, vestigio, sedimento, etc.: asi se dice terreno detritico el que está compuesto de detritos.

la ciencia, citaremos aqui las cronologías menos dudosas; la cronología de Paros fija el reinado de Deucalion sobre el Parnaso en el año de 1574 antes de Jesucristo, y el diluvio en 1524; un antiguo cronologista, 248 años despues de Ogiges, es decir, en 1548 y Eusebio en 1530. Todas estas fechas fijan un poco an

diluvio de Deucalion, hácia la época en que vivia Moisés, y por consiguiente muchísimo tiempo despues del famoso cataclismo de Noė; pero la cronologia que hemos citado al principio de este artículo, que es la que establece el sábio Banier, nos parece la mas segura al través del crepúsculo de aquellos siglos lejanos.

del cielo, abre las fuentes del abismo; el Parnaso, única montaña cuyas cimas dominaban aquel mar sin orilla, es su monte Ararat; en fin, su diluvio es el diluvio universal, el de Noé. Indudablemente el autor de las Metamórfosis habia tenido tradicion de Bereschit ó Principio de Moisés, pues tal es en hebreo el titulo del libro que, segun la traduccion de los Setenta, llamamos con bastante impropiedad Génesis.

Conviene abstenerse de dar fé á la descripcion cosmológica que hace Ovidio del diluvio de Deucalion; lo mismo que Moisés en el Génesis, presenta la tierra enteramente oculta deDEUCALION. Personage famoso en la anti-bajo de las aguas; suelta todas las cataratas güedad: es uno de los primeros eslabones de la historia de la Grecia. Hijo de Prometeo y de Pandora, nació hacia el año 190 antes de la guerra de Troya, unos 1380 años antes de nuestra era, y un poco antes del primero de los diez reinados que comienzan por Cécrope y llegan hasta Teseo, á quien arrebató la muerte en los años que precedieron á la coalicion de los griegos de Europa contra la heróica y célebre Ilion. Habiendo sido desterrado el em- Dejando á un lado al poeta y sus ficciones, prendedor Prometeo á las rocas del Cáucaso por es indudable que un temblor de tierra trastorun rey envidioso que se llamaba Zeus ó Júpi- | nó á la Tesalia, y detuvo el curso del Peneo, ter, denominacion comun á muchos príncipes rio de que eran tributarios otros cuatro, y que de la antigüedad, no se sabe si Deucalion vió teniendo su origen en las rocas del Pindo, aula luz bajo el risueño cielo de la Grecia, ó si mentaba la rapidez de su corriente entre el Osfué su patria la fria Escitia. Sin embargo, aque-sa y el Olimpo, cuyo pie bañaba antes de prella triste mansion, la vista de los tormentos de cipitarse en el mar. Obstruido en su embocasu padre cargado de ligaduras sobre la punta dura con los restos de aquellos montes, se esde una roca y cuyas entrañas devoraba ince-tendió por los campos tesálicos que inundó santemente un buitre, viva figura de los tormentos del destierro, despertaban contingamente en el corazon de aquel jóven principe, el deseo de huir de tan odioso clima; un dia desapareció con su prima y esposa Pirra, hija

hasta una altura considerable, y segun dicen, por espacio de diez siglos aquella llanura donde antes pacia tranquilamente numeroso ganado vacuno, no fué mas que un inmeuso pantano. Se cree que de aquella circunstancia una

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parte del pueblo tesálico tomó el nombre de prende aquel filósofo á la Etolia, á la Acarnania, centauros, nombre que equivale en su lengua à la Tesprocia y á una parte del Epiro. Si los al de picadores de toros ó boyeros. Una pala-historiadores y poetas casi contemporáneos han bra muy exacta de Jerges resuelve por si sola permanecido mudos sobre aquella catástrofe, la cuestion de este cataclismo: «Los griegos, consiste en que aquellas inundaciones parciadice, han sido prudentes en no disputar á miles no habian dejado, como el gran diluvio, ejército los desfiladeros de sus montañas; por-huellas muy profundas en la memoria de los que obstruyendo la embocadura del rio Peneo, los habria ahogado á todos en sus campos.» Herodoto supone que al principio el Peneo no tenia embocadura abierta al mar y que sus aguas habian formado un gran lago, hasta que un dia Neptuno, que no era otra cosa que la mar agitada por un temblor de tierra, se precipitó sobre la orilla, y abrió el valle en que despues se encajono el rio y por cuya boca se precipita en la mar. Otros atribuyen esta obra á Hércules.

hombres. En la tierra de los huracanes y debajo de los trópicos, donde aquellos azotes esterminadores arrancan pueblos y bosques, se borra su recuerdo al cabo de algunos años, tan pronto como los hombres y la naturaleza han reparado sus estragos.

Sin embargo, vamos á referir lo que en su confusion habitual cuentan de este diluvio la historia, la poesía y la fábula. Movido á piedad el señor de los dioses, y queriendo hacer justicia à Deucalion y Pirra, protegió sobre las Si con la crónica de Paros asiguamos por furiosas olas à la barca en que iban aquellos residencia de Deucalion las inmediaciones del esposos, que de este modo llegaron sanos y Parnaso, hoy el Licaura, tendremos que admi-salvos á las cimas del Parnaso, que dominaba tir, como muy probable, una gran inundacion en aquel abismo, donde las razas sacrilegas de aquel pais. El Parnaso es una de las monta- flotaban ahogadas. Desde aquella época se llañas mas altas de la Grecia, es un monton de mó dicha montaña Parnaso, de Larnax, arca ó rocas que forman mil escalones y que terminavecilla, por latrasmutacion de una letra con nan en muchas cumbres cubiertas casi en to-otra. El primer cuidado de aquel matrimonio dos tiempos de nieve. Hácia el Norte, mas ar- religioso, fué dirigir sobre las rocas desoladas riba de Delfos y de picos escarpados, se goza sus homenages á las ninfas coricias y ȧ Temis del aspecto maravilloso de una plataforma ó lla- que á la sazon tenia alli sus oráculos. No viennura de ocho millas de circuito, risueña, labra-do á su alrededor mas que mudas soledades, da, casi en las nubes y desde donde se ve surgir la consultaron sobre tan triste porvenir. La diosa una magnitica fuente que brota en tres brazos les respondió: «Salid del templo, cubrios el de un cristal límpido, mas gruesos que el cue- rostro, desatad vuestros ceñidores y arrojad Ilo de una doncella, y despues forma un lecho detrás de vosotros los huesos de vuestra abuedonde se esparce y forma un rio de ocho piesla.» Los inocentes esposos se quedaron medidea ncho, que va á arrojarse todo espumoso entando sobre aquella órden tan bárbara, cuando un lago que sustenta con sus ondas, y por un sin duda por inspiracion de las divinidades de canal subterráneo corre à formar el rio Plisto, aquel sitio discurrieron felizmente que aquemas arriba de Delfos. Asi, pues, aquella llanu- los huesos podrian ser las piedras, que son en ra no es mas que un inmenso receptáculo, y efecto como los huesos de la tierra, la madre las rocas pendientes sobre ella con sus nieves comun de los hombres. Al punto hicieron amseculares, son los castillos de aguas aéreas. bos el ensayo, y de cada piedra que tiraba Obstruido este canal por cualquiera catástrofe Deucalion salia un hombre, y las mugeres nageológica, cuya causa se ignora, ¿toda aquella cian de las que arrojaba Pirra. Esta fábula, masa de aguas se desbordó de su estanque y referida por Pindaro, se funda en un mero jueformó como un mar que bañó los pies del Par-go de palabras, pues laos en griego significa naso, arrastrando ó ahogando á los animales, á pueblo y laas piedra. Los hijos de los que se los hombres y sus obras? Si este cataclismo hu- escaparon de la inundacion fueron las rocas biera sido universal como lo pinta Ovidio, ha- que animó la imaginacion de los poetas. En bria dejado una impresion indeleble y recuer-los fragmentos que sin razon se atribuyen á dos terribles en todos los pueblos de la Euro-Hesiodo se dice que el soberano de los dioses pa y del Asia, y se ve por el contrario, que dió à Deucalion nuevos súbditos para reemHesiodo y Homero, que no vivieron lejos de plazar á su pueblo ahogado en las aguas. Faeaquel acontecimiento, no hacen mencion algu-ron aquellos los locrenses que habitaban la na de él, ni aun el poeta de Ascra en sus Obras Focide. Dionisio de Halicarnaso abunda en este y sus Dias, geórgicas en que habla de cinco sentido y supone ademas que este príncipe diedades ó géneros de hombres que supone ha- seminó á sus súbditos en diferentes provinber poblado sucesivamente la tierra. Herodoto,cias. Los griegos, pueblo festivo y satírico, Tucidides y Genofonte, guardan silencio sobre llamaron hombres de piedra á los que salieron aquella catástrofe; Platon habla de ella, asi co- | de entre las rocas del Parnaso; esta es la esmo su discipulo Aristóteles, que enteramente positivo y enemigo de lo maravilloso, buscaba no las crónicas, sino la sola naturaleza de las cosas. En el cataclismo de Deucalion, com

plicacion mas razonable del prodigio que mas arriba hemos citado. Entre los mitologos bay algunos que pretenden que el ingenioso Prometeo fué el que fabricó la nave conservadora

DEUDA PUBLICA. (Economia politica.Hacienda.) Las vicisitudes politicas de los pueblos y las imprescindibles necesidades que crea la marcha progresiva de la civilización, han hecho que los gobiernos no puedan satisfacer, al menos cumplidamente y en todo tiempo, las atenciones públicas con los recursos ordinarios del tesoro, y que por lo tan

de sus hijos y los aconsejó que se refugiaran | hermana la incestuosa Fedra. (Véase CATACLIS en ella, y que habiendo flotado esta barca du- MO Y DILUVIO.) rante ocho dias á merced de las aguas, se detuvo al noveno en una de las cimas del Parnaso, y que alli delante del templo de Temis los piadosos esposos levantaron doce altares á los dioses salvadores. Cuando las aguas hallaron salida y se secó la tierra, tomó Deucalion el camino de Atenas, á donde fué á dar gracias á los dioses, erigiendo alli un templo á Júpiter Conservador, reedificado posterior-to hayan recurrido á diferentes medios estraormente por Pisistrato y el cual fué consagrado dinarios para procurarse fondos, en calidad de á Júpiter Olimpico. Hasta el tiempo de Sila se préstamo ó de otra manera, obligándose á pacelebraron en el Atica fiestas espiatorias y gar un rédito ó interés por el uso del capital conmemorativas, llamadas hidrofórias (desbor- recibido, y en muchas ocasiones el mismo cadamiento de las aguas), instituidas por el hopital. La suma de los compromisos de esta y de Prometeo para apaciguar los manes de los otras especies contraidos por los gobiernos que habian perecido en el diluvio. Despues de con los particulares, bien para salvar á las naesta catástrofe tuvo Deucalion dos hijos, Helen ciones de grandes apuros, bien para ensanchar y Anfiction; se dice que tuvo tambien una hi-el círculo de las instituciones útiles, es lo que ja llamada Protogénita (nacida la primera) á en términos genéricos se llama deudo pública. quien Júpiter hizo madre de Ellio. Helen reinó Distinguese con este nombre de las deudas en la Phtiotide, y dejó una parte de su nombre particulares, porque estas afectan solo al pecuen los pueblos de la Tesalia, el cual llegó álio privado, mientras aquella es una obligacion serlo despues de los habitantes de la Grecia, sobre todo de los atenienses y de los jonios, que lo habian solicitado vivamente por medio de diferentes alianzas. Los griegos se envanecen todavía hoy con este hermoso nombre de helenos que no han cesado de llevar. La causa Está reconocido como un principio que esdel triunfo de este nombre, á pesar del tras- ta clase de compromisos, si bien conviene evicurso de los siglos es el agradecimiento. En tarlos en lo posible, son necesarios; y que en efecto los descendientes de Helen, nobles aven- ocasiones determinadas seria culpable un gotureros, colonizaron casi toda la Grecia, é iban bierno si, por prevenciones meticulosas, se resembrando los beneficios de la civilizacion en- trajese de contraer deudas, dejando por este tre los pueblos salvages, pues en aquella épo-hecho peligrar la independencia de la nacion ca en Arcadia no se alimentaban los pelasgos á su celo confiada, ó desatendiendo la consersino de bellota y no tenian mas abrigo que el vacion y el desarrollo de sus fuentes de ritronco podrido de los árboles ó el hueco de queza: pero solo en el sentido de la necesidad las rocas. Anfiction dejó tambien gran nom-imperiosa, ó en el de una aplicacion reproducbradía en el Atica, donde reinó despues de haber destronado á su suegro Cranao. Se cree que Deucalion murió en Atenas, y que su sepulcro se conservaba no lejos del templo de Júpiter Olímpico. Deucalion, despues de su muerte, tuvo tambien templos donde fuć honrado como una divinidad.

El célebre baron de Humboldt halló tambien la fábula de Deucalion y de Pirra en las orillas del Orinoco, cuyos naturales pretenden que habiéndose ahogado todo el género humano en un cataclismo, se escaparon solamente de la destruccion universal un hombre y una muger, que arrojando detrás de sí la fruta caida de las palmeras vieron salir de ellas un pueblo fibre que repobló la tierra.

Hubo otros muchos Deucaliones; el mas célebre despues del hijo de Prometeo, fué Deucalion, hijo de Minos II, rey de Creta, y de Pasifae; sucedió á su padre y tuvo por hijo á Idomenco, héroe ilustre. Muchos le atribuyen la ereccion del templo de Júpiter Olimpico en Atenas, á donde se retiró en casa de Teseo; su cutado por el matrimonio que contrajo con su

solidaria de todos los miembros de un pueblo representado por su legítima cabeza; sin embargo, de que, como luego veremos, la deuda pública puede y debe refluir en beneficio de la nacion.

tiva de los fondos, puede legitimarse el gravámen que estas obligaciones imponen á las generaciones futuras. De aqui seguramente proviene la divergencia de opiniones acerca de la utilidad y aun justicia de las deudas de los Estados; porque gravadas las generaciones actuales con remanentes de deudas contraidas para sostener guerras de derecho dudoso y para alimentar córtes fastuosas con el ridículo empeño de rivalizar en brillo, creando competencias de estériles resultados; acrecidas despues por efecto de los desaciertos económicos y administrativos, que aun en circunstancias normales obligaron á cubrir por su medio el déficit de los presupuestos, ó á dejar desatendidas las necesidades corrientes, y agregar al débito originario el de los intereses no satisfechos; debieron naturalmente infundir aversion en los ánimos de muchos, especialmente en aquellos paises donde la moderna institucion del crédito no estaba bien cimentada.

Ciertamente, nada mas oneroso y perjudicial que las deudas que las naciones contraen sin la prevision necesaria, sin proceder

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