La escena se representa en el palacio y ciudad de Elsingor, en sus cercanías y en las fronterus de Dinamarca Horacio dice que es aprension nuestra, y nada quiere I have seen nothing. creer de cuanto le he dicho acerca de esa espantosa fantasma que hemos visto ya en dos ocasiones. Por eso le he rogado que se venga á la guardia con nosotros, para que si esta noche vuelve el aparecido, pueda dar crédito á nuestros ojos, y le hable si quiere. BERNARDO. MARCELLUS. Horatio says, 'tis but our fantasy; He may approve our eyes, and speak to it. HORACIO. Detente, habla. Yo te lo mando, habla. MARCELO. Ya se fué. No quiere responderuos. BERNARDO. ¿Qué tal, Horacio? Tú tiemblas, y has perdido el color. ¿No es esto algo mas que aprension? ¿Qué te parece? HORACIO. Por Dios, que nunca lo hubiera creido sin la sensible y cierta demostracion de mis propios ojos. MARCELO. ¿No es enteramente parecido al rey? HORACIO. Cómo tú á tí mismo. Y tal era el arnés de que iba ceñido cuando peleó con el ambicioso rey de Noruega; y así le vi arrugar ceñudo la frente cuando en una altercacion colérica hizo caer al de Polonia sobre el hielo, de un solo golpe... ¡Estraña aparicion es esta! MARCELO. Pues de esa manera, y á esta misma hora de la noche, se ha paseado dos veces con ademán guerrero delante de nuestra guardia. HORACIO. Yo no comprendo el fin particular con que esto sucede; pero en mi ruda manera de pensar, pronostica alguna estraordinaria mudanza á nuestra nacion. MARCELO. Ahora bien, senténionos; (Siéntanse.) y decidme, cualquiera de vosotros que lo-sepa, ¿por qué fatigan todas las noches á los vasallos con estas guardias tan penosas y vigilantes? ¿Para qué es esta fundicion de cañones de bronce, y este acopio estranjero de máquinas de guerra? ¿A qué fin esa multitud de carpinteros de marina, precisados - a un afán molesto, que no distingue el domingo de lo restante de la semana? ¿Qué causas puede haber para que sudando el trabajador apresurado junte las noches á los dias? ¿Quién de vosotros podrá decirmelo? HORACIO. Yo te lo diré, ó á lo menos los rumores que sobre esto corren. Nuestro (4) último rey (cuya imágen acaba de aparecérsenos) fué provocado á combate, como ya sabeis, por Fortimbrás (5) de Noruega, estimulado este de la mas orgullosa emulacion. En aquel desafio, nuestro valeroso Hamlet (que tal renombre alcanzó en la parte del mundo que nos es conocida) mató á Fortimbrás, el cual por un contrato sellado y ratificado segun el fuero de las armas, cedia al vencedor (dado caso que muriese en la pelea) todos aquellos paises que estaban bajo su dominio. Nuestro rey se obligó tambien à cederle una porcion equivalente, que hubiera pasado à manos de Fortimbrás, como herencia suya, si hubiese vencido; así como, en virtud de aquel convenio y de los articulos estipulados, recayó todo en Hamlet. Ahora el jóven Fortimbrás, de un carácter fogoso, falto de esperiencia y lleno de presuncion, ha ido recogiendo de aquí y de allí por las fronteras de Noruega una turba de gente resuelta y perdida, à quien la necesidad de comer determina à intentar empresas que piden valor; y segun claramente vemos, su fin no es otro que el de recobrar con violencia y á fuerza de armas los mencionados paises que perdió su padre. Este es, en mi dictamen, el motivo principal de nuestras prevenciones, el de esta guardia que hacemos, y la verdadera causa de la agitacion y movimiento en que toda la nacion está. BERNARDO. Si no es esa, yo no alcanzo cuál puede ser... Y en parte lo confirma la vision espantosa que se ha presentado armada en nuestro puesto con la figura misma del rey que fué y es todavía el autor de estas guerras. HORACIÓ. Es por cierto una mota que turba los ojos del entendi That can I; Did forfeit, with his life, all those his lands, Had he been vanquisher; as, by the same co-mart, BERNARDO. I think, it be no other, but even so: HORATIO. A mote it is, to trouble the mind's eye. miento. En la época (6) mas gloriosa y feliz de Roma, poco antes que el poderoso César cayese, quedaron vacíos los sepulcros, y los amortajados cadáveres vagaron por las calles de la ciudad gimiendo en voz confusa; las estrellas resplandecieron con encendidas colas, cayó lluvia de sangre, se ocultó el sol entre celajes funestos, y el húmedo planeta, cuya influencia gobierna el imperio de Neptuno, padeció eclipse, como si el fin del mundo hubiese llegado. Hemos visto ya iguales anuncios de sucesos terribles, precursores que avisan los futuros destinos el cielo y la tierra juntos los han manifestado á nuestro país y á nuestra gente... Pero... silencio... ¿Veis?... Allí... Otra vez vuelve... (Vuelve a salir la sombra por otro lado. Se levantan los tres, y echan mano á las lanzas. Horacio se encamina acia la sombra, y los otros dos siguen detrás.) Aunque el terror me biela, yo le quiero salir al encuentro... Detente, fantasma. Si puedes articular sonidos, si tienes voz, háblame. Si allá donde estás puedes recibir algun beneficio para tu descanso y mi perdon, háblame. Si sabes los hados que amenazan á tu pais, los cuales felizmente previstos puedan evitarse, ¡ay! habla... O si acaso durante tu vida acumulaste en las entrañas de la tierra mal habidos tesoros, por lo que se dice que vosotros, infelices espíritus, después de la muerte vagais inquietos, decláralo... detente y habla... Marcelo, detenle... (Canta un gallo á lo lejos, y empieza á retirarse la sombra; los soldados quieren detenerla haciendo uso de las lanzas; pero la sombra los evita, y desaparece con prontitud.) In the most high and palmy state of Rome, As, stars with trains of fire and dews of blood, But, soft; behold! lo, where it comes again! If there be any good thing to be done, If thou art privy to thy country's fate, Or, if thou hast uphoarded in thy life, Speak of it:-stay, and speak.-Stop it, MARCELLUS. Shall I strike at it with my partizan? (Cock crows.) Marcellus. HORATIO. Do, if it will not stand. BERNARDO. 'Tis here! HORATIO. 'Tis here! MARCELLUS. (Exit Ghost. We do it wrong, being so majestical, BERNARDO. It was about to speak, when the cock crew. HORATIO. And then it started, like a guilty thing MARCELLUS. It faded on the crowing of the cock. HORATIO. So have I heard, and do in part believe it. Aunque la muerte de mi querido hermano Hamlet está todavía tan reciente en nuestra memoria, que obliga á mantener en tristeza los corazones, y á que en todo el reino solo se observe la imágen del dolor, con todo eso, tanto ha combatido en mí la razon à la naturaleza, que he conservado un prudente sentimiento de su pérdida, junto con la memoria de lo que à nosotros nos debemos. A este fin he recibido por esposa à la que un tiempo fué mi hermana y hoy reina conmigo, compañera en el trono de esta belicosa nacion; si bien estas alegrías son imperfectas, pues en ellas se han unido à la felicidad las lágrimas, las fiestas à la pompa fúnebre, los cánticos de muerte á los epitalamios de himeneo, pesados en igual balanza el placer y la afliccion. Ni hemos dejado de seguir los dictámenes de vuestra prudencia, que en esta ocasion ha procedido con absoluta libertad, de lo cual os quedo muy agradecido. Ahora falta deciros que el jóven Fortimbrás (8), estimándome en poco, ó presumiendo que la reciente muerte de mi querido hermano habrá producido en el reino trastorno y desunion, fiado en esta soñada superioridad, no ha cesado de importunarme con mensajes, pidiéndome le restituya aquellas tierras que perdió su padre, y adquirió mi valeroso hermano con todas las formalidades de la ley. Basta ya lo que de él he dicho. Por lo que á mi toca, y en cuanto al objeto que hoy nos reune, véisle aquí: Escribo al rey de Noruega, tio del jóven Fortimbrás, que doliente y postrado en el lecho apenas tiene noticia de los proyectos de su sobrino, á fin de que le impida llevarlos adelante; pues tengo ya exactos informes de la gente que levanta contra mí, su calidad, su número y fuerzas. Prudente Cornelio, y tú, Voltiman, vosotros saludareis en mi nombre al anciano rey; aunque no os doy facultad personal para celebrar con él tratado alguno que esceda los límites espresados en estos artículos. (Les da unas cartas.) Id con Dios, y espero que manifestareis en vuestra diligencia el celo de servirme. VOLTIMAN. SCENE II. The same. A Room of State in the same. Enter the King, Queen, HAMLET, POLONIUS, LAERTES, VOLTIMAND, CORNELIUS, Lords, and Altendants. KING. Though yet of Hamlet our dear brother's death Now follows that you know, young Fortinbras,-- En esta y cualquiera otra comision os daremos pruebas Of these dilated articles allow. de nuestro respeto. CLAUDIO. Farewell; and let your haste commend your duty. CORNELIUS AND VOLTIMAND. In that, and all things, will we shew our duty. KING. We doubt it nothing; heartily farewell. (Exeunt Voltimand and Cornelius. LAERTES. My dread lord, |