Menandro, ya hemos llegado Si por combate ó razones Y que a mí no me dió nada, SIMON. ¿Quién vido señal de amor MÉNANDRO. Si va por via de honor SIMON. A mi pensar Es la mano, á lo que siento. MENADRO. ¿Y después el sacerdote Por el anillo esmaltado. Sea, dices que es ansí; A la fe sábete aquí ¡Oh Cilena! bien llegada: Quisiera lugar tener, Sabreis presto el no ó el si. Mira, Amor, no nos persigas ni apremies, tente afuera, que el que no es acostumbrado á ser captivo, adora la libertad; no pienses con tus blasones y poderes absolutos que publicas, enternescer nuestro silvestre y salvajino natural, que nosotros la soledad amamos, las peñas nos acompañan, los jarales nos recrean, las yerbas nos refresean, adonde con nuestras brutales fuerzas despedazamos los osos, los tigres y basiliscos amontamos. Reconosce, Amor, que los corazones que contra tales fieras pueden, contra tus fuerzas mas que bastantes serán. CUPIDO. ¡Oh brutos zagales! ¡ Contra mi poder tan atrevidamente hablais? Tornad, tornad en vosotros, y conosced que soy hijo del sapientísimo Vulcano, y á los pechos blancos de la diosa Venus mi madre criado; temido de los fuertes, generalmente de todos obedescido; pues ¿qué haceis, bruLos zagales, que ante mí no os humillais? Amando á la pastora Doresta, que por uno de vosotros se deshace, gozad, gozad de la primavera, del verano, y no aguardeis la invernal senectud; catad que como me sirviéredes, así sereis de mí galardonados. FALACIO. FALACIO. ¡Oh zagala! pues tu amor nos ha vencido, apiádate de nosotros. Como si nunca os viera. DORESTA. FALACIO. Tú eres mi señora. DORESTA. Vosotros mis enemigos. Llega, dale. ¡Oh crueles ! FALACIO. DORESTA. No viva el que nos piensa subjectar bajo sus piés. Aguarda, aguarda. DORESTA. No me cumple. Por ti morimos. BRUNEO. DORESTA. Yo vivo en veros morir. FALACIO. DORESTA. BRUNEO. Yo tu esclavo. DORESTA. Bruneo. Yo señora. BRUNEO. FALACIO. DORESTA. Yo canto. BRUNEO. Yo te sigo. DORESTA. Yo huyo. (Aquí se arrodillan los pastores delante de Cupido.) FALACIO Y BRUNEO. Amor, Amor, apiádate de nosotros. CUPIDO. Levantaos, nuevos amantes; aunque rebeldes habeis sido, es justo que de la que os amó y amais seais galardonados. ¡Oh hermosa zagala! ámalos, pues que te aman. ¿A cuál de ellos? DORESTA. CUPIDO. Bien preguntas: esa causa no quiero determinarla consejo de amadores; mas como rey absoluto mando que entre tanto que se determinare, andes en medio de los dos por selvas y boscajes, adonde con casto amor de elos servida seas, y con su vista te contentes. Ea, caballeros, gentiles hombres, lindas damas, en vuestro juicio lo dec que juzgueis lo que aquí ha pasado; entrambos la abor rescian; entrambos fueron forzados. ¿Cuál se puede da mar amador, el que la zagala hirió con su flecha, ó el que yo herí de mi voluntad? JUAN DE TIMONEDA. LOS CIEGOS Y EL MOZO, PASO. MARTIN ALVAREZ, ciego. PERO GOMEZ, ciego. PALILLOS. May escelentes señores, Con humil acatamiento Las manos veces sin cuento Y lo que mas me ha forzado loado. Donde esta tan noble gente Y si el traje y parecer Y por mozo me ternă, (Porque no haya de perderme) Y tambien de apotecario ; Y aunque el oficio es muy viejo, Solo porque cada dia De las ofrendas comiese, Y al beber, cuando me viese, De mí no se quejaria; Yo os doy fe que trabajase Las condiciones que tengo. De mañana, La cual tengo por muy sana; TOMO U. PERSONAS. Sé romper lo que está sano PALILLOS, mozo. El pesar que allí me asoma Luego me vuelvo lijero. Nunca en mi vida lo use, Yo estaba, no ha mucho tiempo, Que de su vida reniego, Y para mí provechoso, Con mi mano mansa y beda Quiero huir de tal desdén. MARTIN ALVAREZ. Devotos cristianos, ¿quién Nueva de nuestra Señora? PALILLOS. Parece que he oido agora Este es mi amo, pardiez, MARTIN ALVAREZ. Mandadme rezar, pues que es La oracion segun se canta Que voy dando por cantones, Que rece devotamente MARTIN ALVAREZ. Ciego es este ciertamente El que agora voces dió; MARTIN ALVAREZ. No, son de vero. Dejóme tan lastimero Y en tanta necesidad, ¡Oh qué mozo y qué bondad! Que en verdad tal no sabia. Cuanto pueden sin pasion, Que ir a solas mejor es PALILLOS. ¡Oh qué gracioso entremés! El buen viejo ¡Qué ejemplos da y aparejo! Muy bien predica elegante. MARTIN ALVAREZ. Compadre, de aquí adelante Tomaré vuestro consejo, |